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sábado, 29 de enero de 2011

XVIII MEDIA MARATÓN LA CAL Y EL OLIVO



Tal y como dice el titular, el pasado domingo asistimos a la susodicha seis integrantes del club La Antorcha. No quiero hacer hincapié en las malas condiciones meteorológicas pero los focos de atención eran el cielo, por la lluvia, y el norte, por el viento que de allí procedía. En cualquier caso, gloria, comparado con lo que cayó hace exactamente dos años ese mismo día, catalogado como alerta naranja y que impidió (velando por la integridad de los atletas) que se diera la salida.

Pero este año sí hubo pistoletazo, y además con gran éxito de participación, pues según la organización las 750 inscripciones se agotaron a mitad del plazo previsto.

Pues eso, con la venia del tiempo (frio pero sin lluvia durante el transcurso de la carrera) salimos de Morón a un ritmo más que alegre, dada la acusada pendiente descendente que nos llevaría a las afueras del pueblo. Una vez en carretera sálvese quien pueda, quiero decir, había que buscar un grupo para, entre todos, minorar el empuje del viento; correr solo en esas condiciones conllevaría un esfuerzo añadido que pasaría factura tarde o temprano. Mi carrera en particular fue un tanto atípica, porque Picota y yo, que siempre corremos codo con codo, nos despistamos en los inicios, y obtuvo una ventaja en los primeros lances de carrera que serían definitivos e insalvables para mi ritmo; por eso me quede solo y tuve que buscar nuevos compañeros de ruta; en este caso un destacado grupo del club Ohmio que, como anfitriones del evento, sabían hábilmente donde sacarle segundos al crono y donde reservarse a lo largo del recorrido.

En esa línea nos acercamos a la entrada a Arahal, con su cuesta esperándonos nada más entrar y un recorrido urbano con el viento en contra que nos hizo pasarlas canutas. Eso sí, la llegada a meta, en acusado descenso, fue todo un regalo.

Por último, y aunque todos los que llegamos (Núñez, Melli, Juanmi, Carlos, Sergio) merezcamos un aplauso, quedar sexto en la categoría de veteranos merece algo más, por eso os invito a todos a dar un “ciber-aplauso” a Picota por su buen hacer en el camino a la Maratón de Sevilla, a dos semanas vista.

2 comentarios:

  1. jajajaja, el ciber-aplauso os lo mereceis todos. La foto es buenísima, jajaja con esas tiras de astronautas en el pecho. Sergio, era yo el que te estaba llamando en esos momentos, no?? El año que viene corro yo una media, sin que se entere el mister,...

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  2. Sí si tú también estas en la foto, en forma de cobertura jeje

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